2005/05/08

> Berria: Eliza > LOS DOS UNICOS SACERDOTES GAYS ESPAÑOLES EXPULSADOS POR EL VATICANO CRITICAN A LOS OBISPOS

  • Los dos únicos sacerdotes gays españoles expulsados por el Vaticano, critican a los obispos
  • Mantero y el ex carmelita Roig comparecieron por primera vez ayer juntos en un acto público y dijeron que la «Iglesia ha perdido la vergüenza»
  • Deia, 2005-05-08 # EFE • Madrid
Los dos únicos sacerdotes españoles suspendidos por el Vaticano tras revelar su homosexualidad, el ex carmelita Antonio Roig y José Mantero, denunciaron ayer que «la Iglesia ha perdido la vergüenza y la ética» al haber convertido a los homosexuales en «su nuevo enemigo». Así de contundentes se mostraron Roig y Mantero en una conferencia de prensa celebrada ayer tarde en Barcelona para criticar la postura de la jerarquía católica sobre los derechos de gays y lesbianas. Este ha sido el primer acto público en el que han participado estos dos sacerdotes suspendidos ‘‘a divinis’’ tras hacer pública su condición de gays.

«Con la caída del Muro de Berlín y de los regímenes comunistas, la Iglesia perdió el principal enemigo que tenía, pero como necesitaba uno para ser alguien, parece ser que ha decidido erigir al colectivo homosexual como su nuevo y principal enemigo», ha lamentado Mantero. Mantero, ex párroco de Valverde del Camino (Huelva), fue expulsado por el Vaticano después de aparecer en 2002 declarando «Doy gracias a Dios por ser gay» en la portada de la revista ‘‘Zero’’, dirigida al colectivo homosexual.

Mantero confesó ayer que «sigo amando la Iglesia, y me importa en cuanto comunidad de Jesús, pero desgraciadamente observo un abismo cada vez más infranqueable entre los pastores y las ovejas, entre la jerarquía y el pueblo, que creo que llevará a la aniquilación del actual modelo de Iglesia en poco tiempo».

En este sentido, el ex sacerdote explicó que lloró cuando vio quién era el nuevo Papa designado por el Cónclave, porque cree que «la elección del cardenal Ratzinger es, objetivamente, lo peor que le podría haber pasado a la Iglesia, tiene una trayectoria demasiado terrible y ha endurecido mucho la postura de la Iglesia hacia la homosexualidad».

El ex-carmelita Antoni Roig, por su parte, también subrayó que «Ratzinger debe repasar su actitud sobre la homosexualidad, teniendo en cuenta el relativismo que se plasma ya en el Evangelio, porque las cosas son distintas según el punto de vista desde el que se mire».

Roig fue expulsado ‘‘a divinis’’ de la Iglesia y de la orden carmelita después de quedar finalista en 1976 en el Premio Planeta con su novela de tono autobiográfico «Todos los parques no son un paraíso», de temática gay.

En referencia a la propuesta de la Iglesia de que los funcionarios que lo deseen aleguen objeción de conciencia para no casar a parejas homosexuales, Roig consideró que «la Iglesia está perdiendo los nervios, y cada vez usa un recurso más gordo para imponer su voluntad». «Después de décadas fomentando la homofobia, ahora la Iglesia se hace el papel de mártir, lo quiere tener todo y eso no puede ser».